
Habiendo preparado con antelación la salida, ya solo nos quedaba que el día acompañara, y así lo hizo.
Las condiciones meteorológicas fueron maravillosas, el día se presentaba espectacular.
Desembarcamos en Las Dehesas de Cercedilla y, tras un pequeño aperitivo, nos dispusimos a caminar.
Subiendo por el valle de la Fuenfría, paralelos a la calzada romana, pasamos por el Puente del Descalzo donde hicimos nuestra promesa (ja, ja, ja.).

Desembocamos en un sendero muy empinado que comienza a los pies de un bonito... ¡acebo!, ese era el nombre del árbol.
La cuesta que tenemos que subir es empinadísima y nos hace sudar, pero como somos unos campeones la coronamos sin despeinarnos.




Cerca de la presa de las Berceas llegamos a Las Dehesas, donde finaliza nuestra ruta.
Por fin podemos disfrutar de la comida y el juego libre antes de volver a casa.
La excursión ha sido todo un éxito. Los alumnos han demostrado ser unos senderistas de primera.
Un abrazo para todos y felicidades. Espero que podáis repetirla con vuestros padres, ahora que ya sois unos guías expertos.
Enrique.